He visto, como el griego, las urbes de los hombres,Los trabajos, los días de varia luz, el hambre;No corrijo los hechos, no falseo los nombres,Pero el voyage que narro, es... autour de ma chambre.
Que el mateix autor no s'està de comentar, perquè no passin desapercebuts els subtils ingredients d'una obra tan complexa:
Estrofa a todas luces interesante —dictaminó—. El primer verso granjea el aplauso del catedrático, del académico, del helenista, cuando no de los eruditos a la violeta, sector considerable de la opinión; el segundo pasa de Homero a Hesíodo (todo un implícito homenaje, en el frontis del flamante edificio, al padre de la poesía didáctica), no sin remozar un procedimiento cuyo abolengo está en la Escritura, la enumeración, congerie o conglobación; el tercero —¿barroquismo, decadentismo, culto depurado y fanático de la forma?— consta de dos hemistiquios gemelos; el cuarto, francamente bilingüe, me asegura el apoyo incondicional de todo espíritu sensible a los desenfados envites de la facecia. Nada diré de la rima rara ni de la ilustración que me permite ¡sin pedantismo! acumular en cuatro versos tres alusiones eruditas que abarcan treinta siglos de apretada literatura: la primera a la Odisea, la segunda a los Trabajos y días, la tercera a la bagatela inmortal que nos depararan los ocios de la pluma del saboyano... Comprendo una vez más que el arte moderno exige el bálsamo de la risa, el scherzo. ¡Decididamente, tiene la palabra Goldoni!
A Vacío perfecto, Stanislaw Lem aplega la descripció, recepció y crítica de llibres inexistents, entre els quals Gigamesh, de Patrick Hannahan, qui pretén, ni més ni menys, que superar l’Ulisses de Joyce. Hannahan potser no arribarà a saber mai, però, que supera amb escreix la peculiar autoexègesi a posteriori de Carlos Argentino Danieri: “para ser exactos: Gigamesh consta de 395 páginas, y la introducción, de 847”. Una mostra del mètode hermenèutic de Patrick Hannahan:
Prosiguiendo la lectura de la introducción, nos enteramos de que Gigamesh se puede interpretar como «A GIGAntic MESS», la terrible confusión y desgracia de la situación del protagonista, condenado a muerte. La palabra se compone también de «gig», una embarcación pequeña (Maesch ahogaba a sus víctimas en un gig cegado con cemento); GIGle —la risa diabólica— es una referencia (Nº.1) a la frase musical del descenso a los infiernos según «Klage Dr. Faustii» (volveremos a hablar de ello) [ … ] Pero hay más cosas: en su juventud, Maesch ha sido un «gigoló» (GIG-olo); «Ame», en germánico antiguo «Amme», significa nodriza; MESH significa red, por ejemplo aquella en la cual Marte atrapó a su divina esposa con el amante, y puede refererirse, por tanto a «lazo», «trampa», SOGA (de ahorcar), y además, a un sistema de ruedas dentadas (por ejemplo «syncroMESH»: cambio de velocidades sincronizado).
En resum:
Habiendo comentado de este modo en su exégesis 2912 términos sumerios, babilónicos, caldeos, griegos, cirílicos, hotentotes, bantúes, surcurílicos, sefarditas, apaches (los apaches, como se sabe, suelen gritar «Igh» o «Hugh»), junto con sus antecedentes sáncritos y referencias al Slang del hampa, Hannahan nos quiere convencer, e insiste en ello, de que todo aquello no era un amasijo fortuito, sino una rosa semántica de los vientos, un instrumento de precisión, una brújula multidimensional y un plano de la obra y su cartografía, una pre-presentación de todas la conexiones que la novela realiza polifónicamente.
2 comentaris:
En el món de la literatura és tan senzill perdre el món de vista... Un exemple: A "La cena de los notables" el senyor Bértolo sap tant, però tant! Que vaig acabar mig marejat.
Al senyor Constantino li dec un bon grapat de bones lectures. El seu llibre el tinc a la pila —cada cop més amenaçadadora— de lectures pendents.
Salutacions cordials.
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